El
feng shui (literalmente, viento y
agua) estudia el flujo de la energía o
Chi en el paisaje para determinar cómo influyen en las viviendas y en las
personas que las habitan. A través de la práctica del feng shui generamos
una energía armónica en todos los ambientes de la casa; para que nuestros espacios se conviertan en la tierra fértil en la cual
nuestros afectos, nuestra salud y nuestros proyectos podrán germinar y
desarrollarse plenamente.
Las
tres claves del feng shui
Tu
casa tiene tres puntos claves para
el feng shui: la entrada, la cocina y
los dormitorios. En estos tres ambientes se resuelve el 90% del feng shui
del interior de tu casa.
La
entrada definirá la calidad de la
energía que ingresa a tu casa. La configuración de la cocina influirá sobre la calidad de energía que reciben los
alimentos y la prosperidad de la familia en general. El dormitorio es decisivo para tu
recuperación, salud y vínculos afectivos.
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